No sé qué dirán mis compañeros del mundillo, pero a mí me gusta pensar que en nuestro mundo virtual somos abiertos de mente. A ver, me parece ridículo que unos tipos (y tipas) que trabajamos en un escenario tan puntero como es la web, lo último en tecnología, estemos atados a ciertos prejuicios y discriminaciones que son cosas de otras épocas. Unas épocas y unos lugares donde predominaban falsas normas de moralidad, apego desmesurado a la religión, y formas de pensar cerradas más centradas en lo que los demás creían de uno que lo que en realidad eras. La cuestión es: ¿eso ha cambiado?
Pero joder, eso es en el mundo terrenal; los blogueros y otros influencers trabajamos en la Nube, ¿no podemos estar por encima de todo eso? Me gustaría poder decir que sí, pero… no las tengo todas conmigo. Asegurar ahora mismo, aquí y ahora, que los comunicadores no entendemos de homofobia, sexismo o racismo sería demasiado osado, y no me arriesgaría. Es cierto que cuando algún artículo tiene un cierto tufillo a discriminación, el autor se cerciora de que no sea demasiado descarado; pero ¿es porque sus opiniones son livianas, o porque quieren disimular para que no se le tire encima la comunidad internauta?
El mundo está loco, eso sí lo puedo decir. Ahora estamos en medio de una guerra de religiones, que hace de disfraz de otra más oscura sobre el territorio y sus riquezas naturales. Hace poco nos hacíamos eco de los comentarios racistas hacia un futbolista, un mundo donde no tendría que importar para nada la raza para ser un buen deportista. Y cuando al principio del verano se celebró el mes del Orgullo Gay, no faltaron voces que arremetieron con la comunidad LGTBI; como cada año, eso no cambia, por desgracia.
En el mundo blogger, ciertamente, no hay una posición clara sobre este tema. No es que se escriban artículos con una opinión u otra; simplemente, no se escriben. Se hacen comentarios con críticas templadas hacia esos comportamientos, pero nada más. Todo para ser políticamente correctos, y no voy a sacar los pies del tiesto: yo hago exactamente lo mismo. ¿Por falta de opinión? Claramente no, estoy totalmente en contra de cualquier discriminación, mucha más si es la sexual; pero decirlo ahora no da mucha credibilidad. Mejor déjame decirte algo que tengo muy claro: la gran parte de los detractores de los homosexuales, es porque también lo son, o les gustaría serlo, y no quieren reconocerlo.
No pasa nada por decir que te gusta lo gay xxx. Es indiscutible, los videos porno online que puedes encontrar en webs para homosexuales han subido de visitas como la espuma. A mucha gente, sobre todo hombres, les gusta el porno gay, ¿y qué pasa? Eso no te convierte en un maricón. Y si lo hiciera, ¿qué pasa, si eso te da placer? Hemos avanzado, la sociedad en la que vivimos, al menos la nuestra, ha evolucionado, y el qué dirán debe importarte poco. De hecho, es lo que caracteriza a los gays de nuestros día: lo poco que les importa las malas opiniones de los demás. Es por eso justamente que la comunidad homosexual está avanzando a pasos agigantados y ganando derechos: porque se ha hecho visible y no permite que se la calle ni que la achanten voces retrógradas ni malintencionadas. Así que si te gusta entrar a internet y ver videos x de hombres follando, date el gusto y no te sientas mal para nada.
Y yo, como bloguero, me limitaré a ignorarlo, pero no porque no quiera darle visibilidad; sino porque no debe parecerme relevante que lo hagas. Es lo que se llama normalización, y esa será la clave de la total desaparición de la homofobia.